Itinerario de los sentidos

Una de las rutas propuestas para realizar en la zona de El Saler.

Es la ruta de menor distancia, aproximadamente unos 300 m, sobre un camino de tablones de madera, y de una duración de unos 20 minutos.

Para acceder a ella, si vais desde Valencia, tenéis que ir dirección El Saler (sin coger la salida de la playa), y justo antes de que empiece la carretera estrecha de un solo carril/sentido, hacéis la rotonda del «tallafoc de la Rambla», dejando a vuestra derecha la alquería de bodas «Masía Santarrita» y los primeros arrozales.

Más o menos, el inicio de la ruta está en la mitad del camino (sale hacia la derecha) que va desde la carretera hasta la Arrocería Duna; cruzándose con la ruta paisajística del Camí Vell. Podéis dejar el coche en el parking gratuito que hay al final del camino y volver andando hasta el inicio de la ruta.

La tenéis marcada con color morado, además de la señalización «Itinerario de los sentidos» y está dividida en 5 puntos:

  • La vista
  • El oído
  • El olfato
  • El tacto
  • El gusto

La vista: La mayor parte de nuestra información nos llega al cerebro a través de la vista. Nos permite discernir tamaños, formas, colores, distancia, luminosidad…Por eso la primavera es la época ideal para hacer esta ruta, para poder disfrutar de todos los colores que nos ofrece la naturaleza. Podremos ver distintos tonos de verdes según las plantas, los colores de las flores (amarillas del jaguarzo, la siempreviva o el aladierno, blancas como las de la jara, azules del romero y rosadas) y los frutos (rojos como el lentisco y la madreselva, naranjas como los del bayón y negruzcos) y si miramos hacia arriba, podremos ver parotets (libélulas), gaviotas, garzas, charranes, un bando de gorriones o jilgueros. Tenemos disntintos tipos de arbustos: las enredaderas, madreselva, zarzaparrilla…en los tablones hay fotos de cada uno de ellos, ahora os toca identificarlos conforme avancéis en la ruta.

El oído: ¡Ay lo que disfrutamos con este punto! Nos leímos bien la información (leerlos solo ya da mucha risa) y luego intentamos reproducir los trinos para identificar el pájaro. Nos indican también la época en las que podemos oír a estos pájaros (todos son audibles en primavera)

  • Verdecillo (Serinus serinus): nidifica en las zonas de arbolado, suele cantar desde lo alto. Tiene un canturreo chirriante, tintineante y algo frenético «ptichirririchirich…» con frases muy largas.
  • Carbonero común (Parus major): nidifica en la Devesa. Tiene un tibre metálico, con frases cortas y continuadas: «tí-cha-cha, tí-cha-cha, tí-cha-cha…», «to-to-tí, to-to-tí, to-to-tí…» o «tiúti tiúti tiúti tiúti…». Suele cantar desde un árbol.
  • Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala): suele cantar desde un arbusto o desde alguna rama. «Chret-chret-chret-chret» o bien «trke-trke-trke».
  • Buitrón (Cisticola juncidis): es poco común en la Devesa, suele estar en las dunas abiertas, los arrozales…Tiene una voz muy llamativa, es una repetición monótona: «tsip…tsip…tsip…tsip» mientras vuela en círculos, de forma casi incesante.

El gusto: no hace falta que nos pongamos a chupar las plantas ¡tranquilos! En este punto nos dan información de usos de algunas de las plantas de la zona. Por ejemplo: el lentisco, se ha utilizado como planta medicional y comercial en las civilizaciones antiguas, masticaban su resina (almáciga) y aún se usa en algunos sitios para mejorar el aliento o como empaste para los dientes. Tanto su aceite como su resina forman parte del dulce griego «masticha» o del licor «mastiha». También ha sido muy utilizada siempre la zarzaparrilla, utilizada para enfermedades reumáticas, zumos, cervezas, bebidas azucaradas, como antigripal…Podéis ver varias esparragueras por el camino; ya sabéis que sus brotes tienen un sabor similar a los espárragos cultivados.

El tacto: salir del camino, tocar la arena, los troncos, las hojas..contad los años que tienen los pinos centenarios talados. Disfrutad de la naturaleza y del entorno, vamos.

El olfato: la última parada del itinerario. Imaginaros en cualquier época del año, pasear por aquí después de llover. Independientemente del olor maravilloso de después de la lluvia, hay muchas flores que nos pueden dar diferentes olores. Si habéis hecho los deberes en el punto 1 (la vista), habréis identificado varias plantas:

  • Lentisco: desprende un olor áspero muy particular durante todo el año
  • Zarzaparrilla: perfuma el ambiente con sus flores blancas a final de verano
  • Madreselva: con un suave aroma
  • Romero: ni qué decir tiene. No precisa tener flores para desprender su olor, coger algunas hojas y que las toquen, las huelan…
  • Mastuerzo marítimo: con pequeñas y numerosas flores blancas, que sobretodo en invierno, despide olor a miel

La vuelta se hace por el Camí Vell (salvo que queráis deshacer el camino). Un camino de tierra por donde pasan bicis (cuidado con los niños) que forma parte de la ruta paisajística.

Un idea que hemos tenido, es hacer una recolección de hojas o pequeñas ramitas para hacer un herbario como los que nos mandaban para el cole, de la flora autóctona ¿qué os parece?

Tags: albufera, duna, el saler, flora autóctona, itinerario de los sentidos, La devesa de El Saler, zarzaparrilla

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