Sí…estáis leyendo bien, un huevo y una copa. Algo tan sencillo como esto, despierta un gran interés en nuestros peques.
Es uno de los primeros materiales Montessori que tuvimos en casa, se trata de su primer puzzle encajable, recomendable a partir de los 6 meses. Podemos presentarlo un poco antes para que el bebé pueda empezar a manipularlo libremente, o bien más tarde, la edad es orientativa, ya que lo ideal es ajustarnos al momento exacto en el que el bebé esté preparado y no adelantarnos en el tiempo, sigue al niño.
En nuestro caso, la presentación del material a A, fue un poco antes de los 6 meses, justo cuando se mantenía sentado.
El huevo y la copa, presenta un nuevo reto cognitivo para el peque, desarrolla la coordinación óculo-manual, la motricidad fina, el giro de muñeca, y la concentración.
El material del que está hecho es de madera de haya natural sin tratar, sólo pulida, esto da una sensación muy agradable al tacto, sumándole además el peso y la firmeza que ofrecen materiales de estas características. Todos estos estímulos son percibidos (inconscientemente) por el cerebro del peque, y son muy diferentes y más atractivos que si fueran de otro material, como por ejemplo, el plástico.
Como veis, el huevo y la copa escondían algo muy especial!
Esperamos que vuestros peques lo descubran también 🙂