Aprovechando días libres, nos fuimos con L a ver la granja de quesos de La Vega de Ayora. Contactamos con sus dueños, Noelia y Constantino, y concertamos una visita. Se encuentra en la Finca Casa La Torre, en la carretera CV- 440, en el km 6 de la carretera de Carcelén, que sale desde la carretera principal de Ayora (si vas desde Ayora, queda a la izquierda, aunque está señalizado un poco antes de coger el desvío).
A la hora en la que llegamos, las cabras lecheras estaban pastando (suelen estar unas 2-3 horas al día). Vimos a las cabras que no están dedicadas a tal fin y..al macho cabrío, que se acercó a marcar el territorio…
También había alguna madre que se negaba a abandonar a su cabritillo y se encargaba de cuidar al resto de cabritos aunque no fueran suyos (toda una cabra-madre coraje), teniendo los más pequeños una semana de vida.
Nos enseñaron el establo de las cabras, la máquina de ordeñar, los tanques de recolección de leche (que debe permanecer a 2ºC) y la zona de ordeño, donde entran 48 cabras cada vez por la puerta que veis al fondo de la foto, quedando la cabeza de cara a la pared, se conectan para el ordeño, a través de unas mangueras extractoras (con forma como de pistola) que se colocan en las ubres.
A sus 26 meses, L se preocupó más de perseguir cabritos que de todo el proceso de elaboración del queso (aunque sí que pidió que compráramos, ya que este queso le encanta y sabe reconocerlo). Estos quesos únicamente se venden en El Corte Inglés (únicamente venden el queso fresco), alguna tienda Gourmet y en las carnicerías y charcuterías de Ayora.
Como la visita fue corta, nos fuimos después al Parque de Las Coníferas (Jarafuel), de aproximadamente 1 hectárea de extensión, dividido en varios ribazos, aunque en esta ocasión no conseguimos salir de la zona de juegos…así que en otra visita ¡ampliaremos la galería fotográfica!
Y comimos en el Restaurante El Molino (a unos metros del parque), situado al lado de la piscina municipal, y al que vamos habitualmente. Sus dueños tienen 2 peques, de 5 y 1 año y disponen de tronas, manteles para que pinten los niños, colores… Tienen zona de terraza cubierta por una parra preciosa (espectacular en verano) cerrada con una valla, con lo que los niños pueden jugar por ahí sin riesgo de atropello (ojo que hay una puerta!! pero no está muy transitado, salvo cuando está la piscina abierta). A unos pocos metros, una balsa con varias carpas (si tienes paciencia, puedes ver varias grandes que también son un gran atractivo para los niños).