El año pasado, nos hicimos con unos cuantos elfos para ampliar nuestras tradiciones navideñas ¿Lo conoces? A raíz del libro The elf on the shelf, se creó una nueva tradición navideña, que seguro que habréis visto en redes sociales de diversas cuentas (incluyendo famosas).
Nosotras éramos reacias, ya que, respetando lo que cada uno haga en su casa, no nos parece apropiado que la finalidad del elfo sea observarte para decirle a Santa Claus si te has portado bien o mal y tener o no regalos. No nos parece respetuoso para los niños y respetando lo que cada uno haga, en nuestras casas no educamos a los niños con chantajes (encubiertos) y amenazas (si te portas mal, no tendrás regalos), no es una consecuencia lógica…¿A que no se lo diríamos a un adulto?
Pero justo en verano de 2021 vimos un vídeo de La Chata Mernegüela, en la que comentaba que lo había incorporado en su casa pero «saltándose» esta parte negativa, y el único que «la liaba» era el propio elfo y simplemente había que descubrir en qué parte de la casa estaba haciendo alguna travesura, se había escondido, etc
Para los que no lo conocéis, The Elf on the Shelf: A Christmas Tradition es un libro ilustrado (2005), estadounidense, para niños, escrito por Carol Aebersold y su hija Chanda Bell e ilustrado por Coë Steinwart. El libro cuenta una historia de temática navideña, escrita en rima, que explica cómo Santa Claus sabe quién es malo y quién es bueno y la única norma con respecto al elfo: no tocarlo cuando los niños lo descubran.
Los Elfos o Duendes Exploradores ayudan a Santa a administrar sus listas de niños buenos y no tan buenos tomando notas sobre las aventuras navideñas de las familias e informándole cada noche a Santa en el Polo Norte. Cada mañana, el Duende Explorador regresa con su familia y se esconde en un nuevo lugar, esperando que alguien lo descubra. A los niños les encanta despertar por las mañanas y correr por toda la casa buscando a su Duende Explorador.
Los elfos o elfas, van vestidos de rojo y blanco, y están en casa del 1 al 24 de diciembre, volviendo después a su hogar. En estas semanas, hacen de «espías» (ya que luego le pasan el report a Santa) colocándose cada día en un lugar de la casa (la traducción sería El elfo en el estante/la estantería). Los niños tendrán que buscarlo cada día y puede que, algún día, esté haciendo alguna travesura.
Como veis en los collages que hemos hecho, tenemos elfos y elfas, de la «marca oficial» que incluye libro (precio más elevado) y del que se pueden comprar incluso complementos, y de otras marcas más económicas.
Tenéis un montón de ideas en Pinterest, cuentas de instagram…hasta dossiers realizados dando ideas de dónde colocar a los elfos.
Luego hay miles de complementos decorativos, os dejamos aquí una puerta de elfo de Tiger (arriba, 8€) y una de Lidl (abajo, 10€).
Nosotras nos quedamos únicamente con la adición de los elfos a nuestro calendario de adviento de actividades y las tradiciones que hemos ido implementando en casa, con las risas de los peques al ver «la que ha liado la elfa» y el levantarse corriendo para buscarla, haciendo caso omiso a la finalidad con la que fue «creado».
Si tienes el elfo «oficial» puedes registrar su nombre aquí. Se puede elegir elfo/elfa y hay varias tonalidades de piel. Puede que ahora ya no te de tiempo para este año, pero si te gusta, ves apuntando ideas y encargando a tu elf@.
