Aquí tenemos el segundo libro de Edelvives que os comentamos, el segundo de la colección de Rachel Bright y Jim Field. (Si te perdiste el primero, Un león dentro, puedes verlo aquí).
En casa somos muy muy fans de Kevin. Kevin es un tierno koala que tiene miedo a los cambios. Sus 3 hobbies son: dormir, vivir en lo alto y comer hojas de eucalipto. Vivía a su ritmo…Tenía pavor a bajar al suelo, allí había ruido, caos, velocidad…no quería cambiar.
Los amigos lo instaban a bajar a jugar, Kevin siempre encontraba alguna excusa, como mirar su colección de hojas. Los veía jugar y divertirse, y pensaba que ojalá pudiera estar con ellos, pero luego pensaba que sería peligroso, que echaría de menos su eucalipto…y cada vez que lo invitaban, respondía NO.
Fue pasando el tiempo, y Kevin permanecía quieto mientras el mundo avanzaba, hasta que un día…
¡Un pájaro carpintero comenzó a picar su árbol! Sus amigos corrieron a ayudarlo, le prepararon una red de hojas para cogerlo, pero ¿Kevin se soltaba? ¡Ni en broma!
Al final el árbol se cayó contra el suelo, y Kevin seguía agarrado a la rama (vemos entre sus cosas, que además de gustarle las plantas…también tiene Un león dentro…). Cuando abrió los ojos, todos sus amigos estaban mirándolo con cariño.
Kevin soltó una pata, luego la otra y ¿qué pasó? se sintió LIBRE, LIGERO, JOVEN y MUY FELIZ. El peor de sus temores ya había pasado, y seguía estando perfectamente. El tejón le tendió una pata amiga, y Kevin ya no volvió a rechazarla nunca más.
Los dingos lo invitaron a ir a jugar, a lo que Kevin contestó: «Compañeros, sí que iré. Esta vez creo que…PUEDO.» Y a partir de ahí, fue el koala más audaz. La vida es maravillosa cuando pruebas cosas nuevas.
Ahora que ya os hemos contado el libro, fijaros en las ilustraciones, ¡Kevin no puede ser más tierno! y ¿qué nos decís de los colores de las montañas australianas? ¿y de las ilustraciones verticales en las que se ve el paso del tiempo con las inclemencias meteorológicas?
Muchos niños (y los adultos también) tienen miedo a los cambios, están acostumbrados a las rutinas y es con lo que se sienten seguros, y cuando hay que hacer cosas distintas, conocer gente nueva, cambiar «al cole de mayores» surgen los problemas y los miedos (igual que nos pasa a los mayores si tenemos que cambiar de trabajo, por ejemplo, es difícil salir de nuestra zona de confort ¿verdad?).
Es muy probable que los niños se sientan identificados con Kevin y con las consecuencias (se aburren, no pueden jugar…). El tener miedo a algo que no conocemos, a algo diferente, es algo normal, pero hemos de ir superándolo poco a poco. La situación en sí no es el mayor problema, el problema son todos los pensamientos que tenemos antes de decidirnos.
Nos encanta también que esos amigos incondicionales (que en el caso de los niños, somos nosotros, acompañamiento respetuoso), no le dan de lado, respetan sus temores, no le obligan a hacer nada que no quiera hacer y lo intentan una y otra vez a pesar de sus negativas, y cuando por fin Kevin acaba en el suelo, están todos esperando para ayudarlo y ver cómo está (nadie le dice ¿ves? ¡te lo dije! ¿me tenías que haber hecho caso! si ya lo sabía yo…).
Y para jugar un poco con este libro…podéis repasar los animales de Australia (hemos descubierto que, aunque no lo nombran, uno de los amigos de Kevin es un casuario), jugar con figuras de Schleich/Safari LTD si tenéis, hablar de los eucaliptus (por aquí en Valencia tenemos varios muy antiguos y nos conocemos bien sus hojas) y los koalas…o hacer un koala con un rollo de papel higiénico (¿también tenéis mil guardados por si acaso?)
¿Qué os ha parecido nuestro Kevin?
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