¿Cómo sobrevivir al invierno si tienes un niño anti-todo?
Ya sé que estamos en primavera y con un tiempo casi estival, pero antes de guardarlo definitivamente, os lo tenía que enseñar (y fotografiar).
El primer invierno, L tenía días, así que ni nos enteramos.
El invierno pasado…creo que ha sido borrado de mi memoria como método de autodefensa, selección natural, o llamarlo como queráis…No toleró ni una mísera sábana, mantas ya ni os cuento. Una vez se dormía y lo tapábamos, como se moviera un poco, se despertaba como si la manta tuviera una alarma antirrobo…Nos pasamos todo el invierno despertándonos varias veces durante la noche para taparlo. Vi esta opción por internet, pero el precio…me echó para atrás…Finalmente (aunque no muy convencidos), compramos el típico saco que tenía mucha gente «e iba bien». Pues a mi hijo no, gracias…
El saco de dormir si te vas de acampada/campamento, bien. Tan pequeños y ya con un bebé que anda…me da claustrofobia (él debió pensar lo mismo). Lo intentamos 2-3 noches. Fue imposible. La primera conseguimos ponérselo, las siguientes ya no. Así que lo dicho, no sé cómo sobreviví al invierno (dicho así, parece que estemos en un capítulo de Juego de Tronos, pero de verdad, cuando es una constante tooodas las noches durante varios meses…¡¡¡¡se nota!!!!)
2016: Winter is coming…
A pesar del precio (75€), por lo cual descartamos esta opción el inverno pasado, este otoño/invierno decidimos comprar el saco nórdico infantil de Norkid porque era ya cuestión de vida o muerte…
He de deciros, que S también lo tiene, y no consintió en ponérselo…pero a nosotros nos salvó las noches de qué manera.
Fue bautizado por L como «pijamita especial», llegando a pedirnos que se lo pusiéramos y negándose a veces a quitárselo.
Hay varios modelos (podéis verlos arriba en el enlace). Es reversible. Se lava en la lavadora, se seca extendido al aire libre y viene en una funda con asa.
Cuando nos hemos ido de viaje, nos lo hemos llevado. La funda también la hemos lavado en alguna ocasión, porque al llevárnosla, pues se ha ensuciado un poco.
Intenté hacerle fotos muchas veces, pero entre que se lo poníamos justo en el momento de dormir y la escasa colaboración cuando quieres hacerle una foto…no tengo nada decente que enseñaros…
Sólo deciros que L se lavaba los dientes con él, subía taburetes, corría, saltaba y se movía con completa libertad, sin la sensación de estar encerrado en algo, y nosotros con la tranquilidad de que no iba a tener una hipotermia nocturna.
Durante el invierno, ha pegado un estirón y se le ha quedado pequeño, así que los hombros se le escurrían un poco, pero a él le resultaba igual de cómodo que antes.
Visto lo visto, salvo que cambiemos de costumbre con el paso del tiempo, y a pesar del €€€€€, creo que el próximo otoño/invierno, repetiremos.
