Este pasado fin de semana, pudimos disfrutar de un taller de Halloween y una visita a la granja de La villa junior (con limitación de aforo por la situación actual y con medidas higiénico-preventivas, por supuesto), situada en la localidad de Torrent (Valencia).
El recinto abre a las 10’30 h, así que acudimos un poco antes del taller para almorzar en el recinto. Actualmente, hay 3 horarios diferentes por la limitación de aforo (y los animales, que necesitan un poco de calma entre niños tan alborozados).
A nuestra llegada, los niños se emocionaron tanto que iban corriendo por todos lados, y ¡No es para menos! ¿Qué os parecería encontraros con un canguro nada más entrar, por ejemplo? ¿O una casa en miniatura?
Comenzamos almorzando en unas mesas de madera. Después los niños fueron a jugar por los diferentes espacios hasta la hora del taller. Comentaros también que hay inodoros en versión mini para los más pequeños.
Una vez fue la hora del taller, cada niño se fue a recoger una calabaza (cacahuete) de un cesto, se agruparon por mesas y comenzaron a pintar sus calabazas del color elegido, decorándolas después con ojos y bocas en blanco o negro.

Comenzamos la visita yendo a un puesto donde se le repartió a cada niño una bolsa con comida para los animales.
La primera parada fue el recinto de los 3 burros, que comieron en abundancia ¿quién se resiste a darle una zanahoria incluso en la mano?, después llegamos a las ovejas enanas (que estuvieron casi al punto de la extinción) abrieron su recinto y, al salir, comieron de nuestra mano de manera muy cariñosa, cerditos minipigs, gallinas y gallos de distintas razas (nos hizo mucha gracia la gallina pelota japonesa, ¡era igual que un peluche!), pavos reales, cigüeñas, ocas, patos, ñandúes, tortugas de tierra y agua, canguros enanos (Wallaby de Bennet, nos dijeron que si vamos en primavera, veremos alguna cabecita asomar por el marsupio 😍), ciervos muntjacs…
Como veis en la imagen de arriba, delante de cada recinto, había un cartel informativo.


Mientras fuimos a hacer la visita en la granja, las calabazas se secaron al sol. Estaban todas en posición en la zona decorada de Halloween, los niños fueron recogiéndolas y les dieron un detalle muy dulce. Aunque de eso no hay foto, también hay una zona de arenero.
Así que se fueron felices con sus calabazas de colores, su nueva experiencia y un montón de fotos y vídeos de recuerdo.
¡Estamos deseando hacer otros talleres! Hay talleres de reptiles y anfibios, arqueología creativa (creando su propio fósil), arqueólogo por un día, fabricar un espantapájaros, un refugio para insectos…
¿Qué os parece? ¿Conocíais este sitio? ¡Contadnos!