Os dejamos con una excursión muy bonita por los alrededores de Benasque, el sendero botánico, donde a mitad de camino, podremos ver las Gorgas de Alba.
Es una de las «obligadas» junto con la ruta estrella (aunque más complicada) del Forau d’Aigüallut.
Este sendero (S1) recorre parte del antiguo camino que unía el Reino de Aragón con el sur de Francia por el valle de Benasque. Tiene tejos, pino negro y haya principalmente. En cuanto a la fauna, tenemos zorros, jabalís, martas e innumerables pájaros.
Datos:
- Salida y llegada: desde el hotel Turpí (a unos 8’5 km al norte de Benasque, a mano derecha). Podéis aparcar en la cuesta que baja al hotel, en el parking del hotel o en otro espacio habilitado un poco después, de manera gratuita. Según el orden de la ruta, salís debajo del hotel, pasando un puente o desde la carretera principal, pasando por una zona de acampada privada. Puede que veáis a gente bañándose en las pozas que hay a dicho nivel.
- Duración: aproximadamente 1 hora (si paráis a leer, etc, sumar otra hora)
- Ruta circular (pero podéis hacerla lineal)
- Distancia: 2’2 km (ida y vuelta)
- Desnivel: 136 metros
- Domina el bosque y la sombra
- Marcas: verde oscuro y verde claro
- No aptas para carritos
La ruta
A lo largo de toda la ruta, tenemos carteles informativos sobre las plantas que nos rodean, desde arbustos a árboles, contándonos curiosidades sobre sus usos, por qué se llaman de una determinada forma, tipo de hoja, polinización, flor, fruto, etc.
En la primera zona, que llega hasta el hayedo (lo hemos puesto como punto 1), veréis que hay carteles metálicos clavados en el suelo, con dificultad para leerlos. Se trata de los anteriores carteles que había en la ruta. No os molestéis por que antes o después, está el nuevo cartel similar a los del resto de la ruta junto a ese árbol.
Si realizamos la ruta circular, tenemos 3 partes más o menos diferenciadas:
Por supuesto, podemos hacerlo como queramos. Hay quien hace la ruta ascendiendo por la loma (zona rocosa), visitando el hayedo y después gorgas y vuelta. Hay quien únicamente llega hasta las gorgas y se vuelve, y hay quien hace gorgas y hayedo y vuelve por las gorgas. Estos últimos 2 casos, en los que hacemos una ruta lineal, es la opción que os recomendadmos si vais con niños pequeños, ya que si finalizáis por la zona rocosa, hay una pendiente al sol en la que algún peque puede resbalarse y claudicar…
- Prado y zona rocosa. Inmediatamente después del puente que está cerca de un camino forestal cerca de los campings, sale la ruta. Comenzaremos por un prado con arbustos hasta comenzar la zona de bosque. Posteriormente, ascenderemos por la loma de la montaña, con un mirador y bancos de descanso en la zona de umbría, a mitad del camino, pero con la mayoría del camino expuesto al sol (dificultado si vais bajando con niños por lo que hemos comentado de las piedras). A 30 minutos del parking, tenemos un cartel que nos indica las difreentes direcciones.
- Bosque de hayedo. Unos 10 minutos de duración, siendo en sí mismo, una ruta circular dentro de la propia ruta. Vamos subiendo por el hayedo y pasamos por encima de la parte superior de las Gorgas, atravesando uno de los ríos que desembocan en las cascadas, y llegando a una bifurcación desde la que se puede ir hacia la Besurta.
- Camino desde las Gorgas (todo sombra y sin grandes pendientes salvo un trozo de ascenso más pronunciado (con pedriza) y una pequeña llanura previa en la que también da el sol), que comenzaría en las cascadas o Gorgas de Alba, que podemos admirar desde varios miradores. Se tarda aproximadamente unos 20 minutos (ya sabéis, que con niños y si son pequeños, más todavía) hasta el final.
Desglosando la ruta:
Las imágenes que veis a continuación corresponden a la parte 1 (la zona rocosa al sol se nos hizo muy dura). Podéis ver los carteles metálicos que comentábamos.
Tras cruzar el puente, pasaremos por una pradera con arbustos bajos. Posteriormente, entraremos en el bosque de pinos negros, abetos y tejos; iremos paralelos al río.
Llegaremos a una zona de pedriza, pudiendo ver entre pino y enebros las cascadas de Alba (derecha) el Ésera (centro) y Aigüespases (izquierda). Continuamos por la pedriza (pero con menor pendiente y más asentada) y pasaremos por unas especie de balcón para adentrarnos en el hayedo.
Aquí podemos ver, entre otros el rododendro, la grosella de roca, la grosella silvestre, el saúco rojo, el enebro enano, el pudio, olmo de montaña, el abedul, el tejo (¿sabéis de dónde viene la expresión «tirar los tejos»?), el sauce cabruno…
Una vez lleguemos al hayedo, veréis un cartel en el que nos indican la dirección para ir hacia las gorgas o hacia el sendero botánico (la «subruta» circular).
En el hayedo, hay un poco más de pendiente, pero una vez pasemos un pequeño puente de madera, enseguida llegamos a una zona más llana, en la que daremos un pequeño rodeo y cruzaremos nuevos ríos. Continuamos andando y llegamos al camino forestal que enlaza con La Besurta (el Hospital de Benasque está a 2’3 km) y los baños de Benasque (a 1’5 km), pasando por un puente de hormigón, que también nos deja unas bonitas vistas a ambos lados. La vuelta la haremos por otro puente que hay un poco más arriba, cerca del poste informativo.
Aquí veremos la uva de oso, la sabina rastrera, el haya…
Bajamos por el hayedo hasta que veamos el río. Cruzaremos un puente (o pasarela) metálico y llegaremos casi al primer mirador de las Gorgas. Tenemos 2 niveles para poder verlas bien cerca (subiremos por unas escaleras metálicas).
Solemos hacer siempre un almuerzo en algunas de las rocas que están cerca de la pasarela metálica.
Una vez llegamos a las Gorgas de Alba, comienza nuestro trayecto favorito (solemos ir desde el parking con primera parada en las gorgas, es decir, «al revés» de lo indicado, y no somos los únicos).
Pasaremos por un par de puentes de madera; uno, sobreelevado, que cruza una zona inundable con las lluvias, y otro que pasa sobre el río (que corresponde a las 3 últimas fotos de abajo).
En este tramo, tendremos información sobre el escaramujo, el fresno, el acebo, el sorbal de los cazadores, pino negro, abeto….
Aunque en tiempos de coronavirus no es recomendable bañarse en una poza donde el agua dulce puede quedar más estancada, al lado de la salida oficial de la ruta, como os comentábamos antes, el río nos deja varias pozas entre las piedras, con distintos niveles de profundidad, donde la gente suele darse un baño al terminar la ruta.
Si quieres ver otras excursiones en la zona de Benasque, mira aquí.